Basta de Deutsche Gramophon, proyectos operísticos, cuartetos de cuerdas, jazz orquestal, homenajes a próceres de la música ribereña, not-so-easy listening y milongas similares. Después de diez años, Elvis Costello se da un respiro. Y nos lo da: graba un disco de canciones sin truco, rapidito, en un estudio prestado y con amigos.