lunes, enero 22, 2007

Ni hablar de hacer una lista con las mejores canciones de 2006

Es demasiado tarde y ni siquiera puedo presumir de haber escuchado taaaaanta música para andar dando cátedra. Lo que sí me gustaría es aprovechar el hueco para señalar humildemente un par de antiguas perlitas perdidas en films recientes.

Cierto cine indie (y algún cine mainstream con complejo de culpa) reciente se destaca por su cuidada selección de canciones. En ocasiones, es lo único por lo que destaca. Pero hay casos en los que, además, la integración de la canción en el soundtrack tiene cierto valor dramático.

Dos ejemplos de 2006 que recuerdo con intensidad son The Departed y Children of Men. El film de Scorsese tiene la típica selección de rock de los años 60 y 70 que el director sabe combinar tan bien con sus historias de violencia. En esta película da un toque elegante con Sail on Sailor, un éxito tardío de los Beach Boys. Eran los tiempos en los que Brian Wilson estaba harto de la banda y de sí mismo, y ya ni siquiera le interesaba cantar. La voz en la canción es de Blondie Chaplin, un sesionista con un registro y un timbre muy cercanos a Paul McCartney.

En Children of Men, Alfonso Cuarón usa una versión de Ruby Tuesday a cargo del inescrutable Franco Battiato. Para nada revolucionaria, la interpretación de Battiato toma distancia del ethos rockero de Jagger y Richards al llegar al estribillo, cuando en lugar de subir la voz busca la octava baja, lo que le da un giro anticlimático a la canción, muy en línea con el ambiente gris y opresivo del film.

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